Se acabo...

Ha terminado, si la copa mundial después de 5880 minutos de juego, 147 goles anotados, 64 partidos, aproximadamente un mes ha concluido el mundial hace pocas horas. A lo largo de este lapso de tiempo los medios tanto impresos como virtuales han hecho eco de esta noticia hasta limites insospechados.

Millones de personas han vivido frente al televisor y otros tantos "suspendieron" su vida. Hasta aquí tal vez esta todo bien, lo malo es cuando se vuelve una idolatría cuando los nacionalismos afloran y uno se vuelve capaz de matar virtualmente por los colores de su playera. Hace tiempo alguien decía que las mayores guerras se han provocado por la religión y las diferencias, hoy en día el fútbol no esta lejos de ello.

Hoy en día es común encontrar en los diarios gente que ya no solo se agrede verbalmente sino que llega a los límites de violencia fisica e incluso la muerte.

El fútbol desgraciadamente se ha vuelto el circo del pueblo, basta recordar tan solo en 1962 cuando el presidente de Brasil Joao Goulart al reunirse con su seleccionado les dijo:

-"Deben conservar esta Copa, porque es el orgullo de nuestro país. Ella es la que hace olvidar las dificultades económicas a nuestros compatriotas y vale más que cualquier riqueza"-

Hasta estos limites se han alcanzado, personas que llegan a comentar con total sinceridad -el fútbol me es más importante que mi mujer o que mis hijos- fuera de este circulo, es el medio por el cual cientos de países hacen olvidar a sus respectivas poblaciones de los problemas y situaciones por las que atraviesan, todo sea por el fútbol. El problema radica en la idolatría o fanatismo.

Curiosidades (Via: Wikipedia)

  • En Stuttgart, durante el encuentro de primera ronda entre los Países Bajos y Costa de Marfil, cientos de aficionados de la selección europea disfrutaron del partido en ropa interior[3]. Esto sucedió porque la FIFA les prohibió entrar al Gottlieb-Daimler-Stadion vistiendo unos pantalones que promocionaban una marca de cerveza de ese país, protegiendo los intereses de la empresa Budweiser, un auspiciante oficial de la Copa del Mundo. La FIFA consideró los pantalones como una campaña publicitaria desleal, ya que la empresa holandesa conseguiría publicidad gratuita a diferencia de los auspiciantes oficiales, que debieron pagar más de 50 millones de dólares cada uno[4].
  • El partido por los cuartos de final, disputado en el Estadio Olímpico de Berlín entre Alemania y Argentina fue definido por penales. Antes de cada penal ejecutado por el seleccionado argentino, el portero alemán Jens Lehmann miraba un papel que tenía guardado en su media derecha, acertando luego la dirección de todos lo penales y deteniendo dos de ellos. Posteriormente, el cuerpo técnico alemán reconoció que había estudiado a los pateadores argentinos durante años, y que ese papel contenía la información detallada de cada jugador[5].
  • En el partido entre Australia y Croacia que empataron 2-2, el arbitro inglés Graham Poll le mostró la segunda amarilla del partido al jugador croata Josep Simunic, pero éste continuó en el campo de juego. Una vez finalizado el partido, el arbitro le mostró una vez más la tarjeta amarilla al jugador y posteriormente la roja. Días después Graham Poll anunció su retiro del arbitraje internacional.
  • En el partido de octavos de final entre Países Bajos y Portugal, se sacaron 16 tarjetas amarillas y 4 rojas, siendo así el récord en los partidos de la Copa del Mundo.
  • El argentino Horacio Elizondo se convirtió en el primer árbitro en dirigir el partido inagural y el partido final de una Copa del Mundo. Además se trató de la primera vez que un árbitro de esa nacionalidad dirigió el partido final.

Notas

  1. Primera participación de República Checa, tradicionalmente considerada sucesora del seleccionado de Checoslovaquia.
  2. Primera y única participación bajo el nombre de Serbia y Montenegro. Previamente había participado en 1998 bajo el nombre de República Federal de Yugoslavia. Tras el torneo, será sucedida por la selección de Serbia.