Para noviembre de 2014, el módulo de aterrizaje Philae aterrizará en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, será el primer artefacto en lograrlo. En imagen detalle del módulo Philae. Créditos: Flickr/DLR German Aerospace Center. |
Hay momentos en la ciencia llenos de tensión. Cuando sólo hay una oportunidad para hacer bien las cosas y los experimentos dependen del éxito de un equipo que esta a millones de kilómetros de la acción. Un momento asà ocurrirá el 20 de enero cuando la Agencia Espacial Europea (ESA) coloque un modulo de la nave especial Rosetta sobre la superficie de la asteroide.
Rosetta luego de tres años de hibernación y a 800 kilómetros de la Tierra se acerca al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, de ahora en adelante C-G 67P, para poder lograrlo ha iniciado una cadena de eventos automatizados que van desde revisar sus componente, corregir sus propulsores y restablecer la comunicación con la Tierra.
Cuando Rosetta vuelva a la acción se intentará acercarse al cometa C-G 67P y aterrizar. Ambas metas tienen como fin obtener información acerca de la formación del Sistema Solar y el desarrollo de la Tierra.
La misión que tuvo un presupuesto de mil millones de euros inició su viaje en 2004. Pretende recorrer 7 mil millones de kilómetros orbitando alrededor de Marte y la Tierra hasta llegar a su destino en agosto, cuando trace un mapa de la superficie del cometa, determinando su gravedad, forma y rotación con el fin de encontrar un lugar adecuado para enviar el modulo Philae.
La Agencia ESA planea enviar a Philae en noviembre antes de que el cometa se acerque demasiado al Sol y comience a arrojar gas y polvo. En ese momento la nave estará a 100 kilómetros del comento, y logrará descender hasta 4 kilómetros momento en que dejará caer la sonda sin motor para que llegue a una zona con un área de un kilómetro cuadrado.
Cuando Philae se haya asegurado en la superficie usando el arpón que tiene integrado, sus baterÃas comenzarán a funcionar, luego de esto su sobrevivencia será breve puesto que la carga de las baterÃas es poca y es posible que sus paneles solares se cubran de polvo dificultando su labor. Aunque lograr que el módulo aterrice en el cometa es una meta, conseguir que la nave entre en órbita alrededor del cometa y hacer funcionar sus instrumentos será ya un éxito.
Rosetta como otros cometas, es un objeto primitivo. El gas, polvo y moléculas orgánicas que posee poco han cambiado desde que se formó el Sistema Solar hace 4.6 mil millones de años. Los cientÃficos consideran que su exploración puede aportar fuerte evidencia de los orÃgenes del Universo. También se piensa que una gran parte del agua en la Tierra fue aportada por los cometas y posiblemente también los aminoácidos, uno de los componentes básicos de la vida.
Si todo ocurre de acuerdo a lo planeado, las cámaras y sensores de la nave estudiarán el cometa mientras los espectrómetros analizarán la composición quÃmica de su polvo. El módulo de aterrizaje analizará la superficie del cometa y su estructura. Al evaluar el agua del cometa examinará si es similar a la de la Tierra y en lo posible detectar moléculas orgánicas complejas necesarias para iniciar la vida.
Usando instrumentos como el experiemnto COSAC analizará materiales que están hasta por debajo de los 20 centÃmetros de la superficie del cometa. Tales materiales orgánicos no se vuelven vapor y tampoco son parte de la cola de gas que los astrónomos estudian desde la Tierra.
A su vez COSAS medirá cualquiera de los aminoácido detectados, otra tarea imposible para la observación remota y que hasta ahora no se ha realizado con ningún cometa. En la Tierra los aminoácidos forman proteÃnas y si se encuentran en el cometa añadirÃa más argumentos a la teorÃa del origen externo de los elementos básicos de la vida.
Referencia:
- Elizabeth Gibney, "Comet craft ready to wake", Nature.
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