William C. Campbell y Satoshi Omura produjeron un nuevo medicamento: Avermectina, que ha reducido radicalmente la incidencia de ceguera de los ríos y filariasis linfática, también se ha comprobado su eficacia frente a un número creciente de otras enfermedades parasitarias. Youyou Tu descubrió artemisinina, un medicamento que ha reducido significativamente las tasas de mortalidad de pacientes que sufren de malaria.
Estos dos descubrimientos han proporcionado a la humanidad nuevos y potentes medios para combatir enfermedades que afectan a cientos de millones de personas anualmente.
La Tierra es un espacio complejo biológicamente, poblada no sólo por los seres humanos y otros animales, sino también por una plétora de otros organismos, algunos de los cuales son perjudiciales o mortales para nosotros.
Una variedad de parásitos causan enfermedades. Un grupo de importancia médica son los gusanos parásitos (helmintos), que se estiman han infectado un tercio de la población del mundo y son especialmente frecuentes en el África subsahariana, Asia meridional, América Central y del Sur. La ceguera de los ríos y la filariasis linfática son dos enfermedades causadas por gusanos parásitos. Como su nombre lo indica, la ceguera de los ríos (oncocercosis) en última instancia conduce a la ceguera, debido a la inflamación crónica en la córnea. La filariasis linfática, aflige a más de 100 millones de personas, causando inflamación crónica y la estigmatización para toda la vida además de síntomas clínicos incapacitantes, incluyendo elefantiasis (linfedema).
La malaria ha estado con la humanidad durante tanto tiempo como existimos. Es una enfermedad transmitida por mosquitos, causada por parásitos unicelulares, que invaden los glóbulos rojos, causando fiebre y en muchos casos daño cerebral grave hasta provocar la muerte. Más de 3,400 millones de personas en los lugares más vulnerables del mundo están en riesgo de contraer malaria y cada año cobra más de 450,000 vidas, principalmente niños.
De bacterias y plantas hasta tratamientos antiparasitarios nuevos
Después de décadas de progreso limitado en el desarrollo de terapias duraderas para las enfermedades parasitarias, los descubrimientos de los Nobel de este año cambiaron radicalmente la situación.
Satoshi Omura, microbiólogo japonés se centró en un grupo de bacterias, Streptomyces, las cuales viven en el suelo y se sabe producen una gran cantidad de agentes con actividad antibacteriana (incluyendo estreptomicina descubierta por Selman Waksman, Premio Nobel 1952). Omura aislo nuevas cepas de Streptomyces obtenidas de diferentes muestras del suelo y las cultivó con éxito en el laboratorio. Seleccionó 50 de los más prometedoras, con la intención de que serían analizadas por su actividad frente a microorganismos dañinos hasta obtener Streptomyces avermitilis, la base de la Avermectina.
William C. Campbell, experto en biología de parásitos, adquirió muestras de Streptomyces provenientes de Omura y exploró su eficacia. Campbell mostró que un componente obtenido de un cultivo fue notablemente eficaz contra parásitos en animales domésticos y de granja. El agente bioactivo se purificó y fue nombrado avermectina, que fue modificada posteriormente a tavés de procesos químics a un compuesto más eficaz llamada ivermectina. La ivermectina fue posteriormente probado en seres humanos con infecciones parasitarias y mató con eficacia las larvas del parásito (microfilarias). Las contribuciones de Omura y Campbell condujeron al descubrimiento de una nueva clase de fármacos con una eficacia extraordinaria contra enfermedades parasitarias.
La malaria ha sido tratado tradicionalmente con cloroquina o quinina, pero en años recientes su éxito ha disminuido. A finales de 1960, los esfuerzos para erradicar la malaria habían fracasado y la tasa de enfermedad aumento. En ese momento, Youyou Tu en China volvió a la medicina tradicional con el reto de desarrollar nuevas terapias contra la malaria. Usando un extracto de la planta Artemisia annua surgió un candidato interesante. Sin embargo, los resultados fueron inconsistentes, por lo que Tu revisó la literatura antigua y descubrió indicios que lo guiaron en su búsqueda para extraer con éxito el componente activo de Artemisia annua. Tu fue el primero en mostrar que este componente, más tarde llamado artemisinina, era muy eficaz contra el parásito de la malaria, tanto en los animales infectados como en seres humanos. La artemisinina representa una nueva clase de agentes antipalúdicos que matan rápidamente los parásitos de la malaria en una etapa temprana de su desarrollo, lo que explica su potencia sin precedentes en el tratamiento de la malaria severa.
Avermectina, artemisinina y la salud mundial
Los descubrimientos de avermectina y artemisinina han cambiado el tratamiento de enfermedades parasitarias. Hoy en día el derivado ivermectina de la avermectina se utiliza en lugares del mundo afectados por enfermedades parasitarias. La ivermectina es muy eficaz contra una gama de parásitos, tiene efectos secundarios limitados y está disponible gratuitamente en todo el mundo. La importancia de la ivermectina para mejorar la salud y el bienestar de millones de personas con ceguera de los ríos y la filariasis linfática, principalmente en las regiones más pobres del mundo, es inconmensurable. El tratamiento es tan exitoso que estas enfermedades están al borde de la erradicación, lo que sería una hazaña importante en la historia médica de la humanidad. La malaria infecta a cerca de 200 millones de personas anuales, al usar artemisinina, se calcula ha reducido la mortalidad por paludismo un 20% en general y más del 30% hablando de mortalidad infantil. Sólo en África, significa que más de 100,000 vidas se salvan cada año.
Los descubrimientos de avermectina y artemisinina han revolucionado la terapia para los pacientes que sufren de enfermedades parasitarias devastadores. Campbell, Omura y Tu han transformado el tratamiento de enfermedades parasitarias. El impacto global de sus descubrimientos y el beneficio resultante de la humanidad son inconmensurables.
Referencia:
Nobel Foundation.
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