Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto y confirmado un tesoro de nuevos mundos. Investigadores lograron tal hazaña combinando datos de la misión Kepler/K2 de la NASA con observaciones de seguimiento realizadas por telescopios terrestres como el Observatorio WM Keck en Maunakea, Observatoio Gemini en Maunakea y en Chile, el Buscador de planetas automatizad (Automated Planet Finder) de la Universidad de California y el Gran Telescopio Binocular (LBT) operado por la Universidad de Arizona. Es así que el equipo confirmó más de 100 planetas, incluyendo el primer sistema planetario que comprende cuatro planetas potencialmente similares a la Tierra. Los descubrimientos fueron publicados en la revista The Astrophysical Journal Supplement Series.

Los resultados se han logrado ironicamente en el momento en que la misión Kepler esta finalizada debido a fallas de Kepler.
Montaje fotográfico que muestra sistemas planetarios descubiertos (puntos) superpuestos. Un equipo internacional de científicos descubrió más de 100 planetas basado en imágenes de Kepler que operan en la 'Misión K2'. El equipo confirmó  los planetas utilizando un conjunto de telescopios de todo el mundo, incluyendo cuatro en Maunakea (telescopios gemelos del Observatorio Keck, el Telescopio Gemini-Norte, y el Telescopio Infrarrojo). La imagen del planeta de la derecha es una recreación artística. Crédito: Karen Teramura/IFA/Miloslav Druckmüller/NASA.

En su misión inicial, Kepler estudió un espacio específico de cielo en el hemisferio norte, enfatizando su búsqueda en planetas cuyos tamaños y temperaturas fuera similares a la Tierra alrededor de estrellas como el Sol. Pero cuando se perdió su capacidad para observar en su área de destino original en 2013, los ingenieros crearon una segunda vida para el telescopio que está demostrando ser muy fructífera.

La nueva misión, conocida como K2, ha proporcionado la capacidad de observar una serie de campos de destino independientes proporcionando mayores oportunidades a diferencia de observatorios terrestres ubicados en los hemisferios norte y sur. Además, en contraste con la misión Kepler, K2 es una misión totalmente impulsada por la comunidad científica con objetivos propuestos por esta. K2 ahora mira a una mayor fracción de estrellas, -frías, pequeñas, rojas-, que son mucho más comunes en la Vía Láctea que las estrellas similares al Sol.

Uno de los conjuntos más interesantes de planetas descubiertos en este estudio es un sistema de cuatro planetas potencialmente rocosos, apenas 20 a 50 por ciento más grande que la Tierra, en órbita alrededor de una estrella con un tamaño menor y con menos potencia de luz que el Sol. Sus periodos orbitales, de 24 días a cinco años, pero lo que hacen potencialmente habitables a dos de ellos es que experimentan niveles de radiación de su estrella comparables a los de la Tierra.

Debido a que estrellas más pequeñas que el Sol son más comunes en la Vía Láctea, es más posible que planetas orbiten alrededor de estrellas frías, rojas o enanas en lugar de hacerla en estrellas como el Sol.

Para validar planetas candidatos identificados por K2, investigadores obtuvieron imágenes de alta resolución de las estrellas que albergan planetas usando cámaras infrarrojos del Observatorio Keck (NIRC2), Gémini y Gran Telescopio Binocular, así como espectroscopia óptica de alta resolución usando espectrógrafo de alta resolución de instrumentos del Observatorio Keck y el Buscador de Planetas Automatizado. Dispersando la luz de las estrellas, los espectrógrafos permiten a los investigadores medir las propiedades físicas de una estrella -tales como masa, radio y temperatura- e infieren las propiedades de los planetas que orbitan alrededor de ella.

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